Calificación: 4 sobre 5. Buena.
Alejandro Amenábar estructura una ficción basada en hechos históricos. La llegada a Salamanca de los nacionales durante los inicios de la Guerra Civil y la posición de Miguel de Unamuno, entonces rector vitalicio de la Universidad, que había sido republicano pero que apoyó el Alzamiento pensando que venía a salvar la República; para después volverse socialista, hablando como tal en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936, con la utilización de la famosa frase "Venceréis, pero no convenceréis", sobre la que hay dudas históricas y que probablemente nunca dijo.
El director reivindica y humaniza la figura del filósofo con la crónica de sus últimos días; un Unamuno soberbio, cascarrabias y contradictorio, pero también que se rompe y llora. Un personaje que se equivocaba -como todos-, y le costaba reconocerlo. En un momento del metraje dice: "No cambio yo, cambian ellos". Esa honestidad consigo mismo le llevaba a aceptar unas cosas y a rechazar otras. Cuando siente que la República no es aquello por lo que había luchado, lo denuncia. De la misma manera que cuando se da cuenta que la supuesta vuelta al orden no tenía nada de racional, lo dice. No entiende cómo sus amigos han sido sentenciados a muerte sin un juicio previo. Cree que las personas tienen derecho a equivocarse una y mil veces.
La frase con la que Amenábar titula la cinta "Mientras dure la guerra" forma parte de un documento firmado por el bando nacional al inicio de la guerra, siendo la clave en la toma de poder absoluto de Franco. Frase que desaparece en el decreto de la Junta de Defensa Nacional y cuyo motivo se irá desvelando a lo largo de la película. El general Cabanellas (Tito Valverde) de pasado republicano y masón fue el único general golpista que se oponía al poder absoluto de un Franco Generalísimo.
La interpretación de Karra Elejalde como el célebre filósofo bilbaíno y la de Eduard Fernández como el fundador de la Legión: Millán-Astray, es lo mejor del film. Las dos actuaciones son sobresalientes.
El director de "Tesis" incide en esta cinta en la idea de que tenemos que entender que en el espacio común de la democracia conviven ideas distintas. Ha reconocido que "Mientras dure la guerra" tiene un punto provocador, pues no oculta el paralelismo con la época actual en la que -desgraciadamente- los españoles estamos condenados a no entendernos. UNA PENA.
Alejandro Amenábar estructura una ficción basada en hechos históricos. La llegada a Salamanca de los nacionales durante los inicios de la Guerra Civil y la posición de Miguel de Unamuno, entonces rector vitalicio de la Universidad, que había sido republicano pero que apoyó el Alzamiento pensando que venía a salvar la República; para después volverse socialista, hablando como tal en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936, con la utilización de la famosa frase "Venceréis, pero no convenceréis", sobre la que hay dudas históricas y que probablemente nunca dijo.
El director reivindica y humaniza la figura del filósofo con la crónica de sus últimos días; un Unamuno soberbio, cascarrabias y contradictorio, pero también que se rompe y llora. Un personaje que se equivocaba -como todos-, y le costaba reconocerlo. En un momento del metraje dice: "No cambio yo, cambian ellos". Esa honestidad consigo mismo le llevaba a aceptar unas cosas y a rechazar otras. Cuando siente que la República no es aquello por lo que había luchado, lo denuncia. De la misma manera que cuando se da cuenta que la supuesta vuelta al orden no tenía nada de racional, lo dice. No entiende cómo sus amigos han sido sentenciados a muerte sin un juicio previo. Cree que las personas tienen derecho a equivocarse una y mil veces.
La frase con la que Amenábar titula la cinta "Mientras dure la guerra" forma parte de un documento firmado por el bando nacional al inicio de la guerra, siendo la clave en la toma de poder absoluto de Franco. Frase que desaparece en el decreto de la Junta de Defensa Nacional y cuyo motivo se irá desvelando a lo largo de la película. El general Cabanellas (Tito Valverde) de pasado republicano y masón fue el único general golpista que se oponía al poder absoluto de un Franco Generalísimo.
La interpretación de Karra Elejalde como el célebre filósofo bilbaíno y la de Eduard Fernández como el fundador de la Legión: Millán-Astray, es lo mejor del film. Las dos actuaciones son sobresalientes.
El director de "Tesis" incide en esta cinta en la idea de que tenemos que entender que en el espacio común de la democracia conviven ideas distintas. Ha reconocido que "Mientras dure la guerra" tiene un punto provocador, pues no oculta el paralelismo con la época actual en la que -desgraciadamente- los españoles estamos condenados a no entendernos. UNA PENA.